¿Cómo sanar las heridas de la infancia?
¿Has notado comportamientos que no te gustan, te incomodan y no te permiten desarrollarte como quisieras?
Buscar continuamente la aprobación de los demás, sentirse amenazado, poco apreciado, tener la necesidad de controlar todas las situaciones, ser posesivo y desconfiado, pueden ser comportamientos resultado de las heridas emocionales de la infancia. Éstas son una especie de cicatriz emocional que resultan de la relación que se tuvo con los padres o cuidadores primarios, y de la forma en cómo fueron satisfechas nuestras necesidades.
Ante las heridas de la infancia solemos presentar una máscara que nos ayuda a minimizar el dolor que nos generó el habernos sentido rechazados humillados, traicionados, abandonados o tratados injustamente, sin que realmente haya sucedido.
Detectar los comportamientos que nos incomodan o generan problemas, buscar su razón y aprender a manejarlos, puede ser una forma de sanarlos y mejorar nuestra vida.
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