Cuando hablamos de adolescentes en conflicto con la ley, las más de las veces asumimos que estos chicos y chicas lo hacen por diversión; sin embargo, todas las historias tienen varias perspectivas que deben de tomarse en cuenta, especialmente de aquellos a quienes juzgamos de manera severa y cuyas circunstancias que los llevan a delinquir no consideramos.
¿Qué harías si, por cualquier razón, no tienes el apoyo y cuidado de tus padres? ¿Qué alternativas tienes si pides trabajo, pero no te lo dan por la zona en la que vives? Y si, además, no te sientes integrado en la escuela, ¿qué caminos tienes para sobrevivir?
Las respuestas a estas interrogantes tienen todo que ver con lo que a una persona le da sentido de identidad, pertenencia y contención. El delito es consecuencia de todas las situaciones excluyentes, y se materializan en el acto cometido.
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