Familias sin lazos de sangre – Marisa Escribano
Una frase popular reza que los amigos son la familia que elegimos, los hermanos que nos acompañan en los momentos difíciles de la vida; y es que no siempre basta pertenecer a una familia para sentirse amado o aceptado.
Si bien los conflictos forman parte de la vida y de la convivencia, las situaciones familiares son las que generalmente provocan más dolor, por ser tan cercanas e íntimas, porque quienes conforman la familia son las personas más próximas a nosotros, pero también son quienes pueden hacernos sentir bien o mal.
Muchas veces quienes te quieren, te aceptan como eres y por ser quien eres, que están ahí cuando las necesitas y dispuestas hacer cualquier cosa por verte sonreír, son quienes conforman tu verdadera familia, incluso sin tener algún vínculo de parentesco o de sangre. Son personas que se relacionan desde el amor, apoyo mutuo, respeto y consideración.
Y recuerda: La familia no es sólo la de sangre, también son los amigos que te aman y acompañan en la vida.
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