Límites y adolescencia
En más de una ocasión nos hemos preguntado por qué los y las adolescentes hacen cosas tan riesgosas: “¿en qué estaba pensando?” “¿Por qué lo hace?” “¿Por qué, cuando están juntos, desobedecen las reglas más elementales de convivencia?” La respuesta parece que está en el cerebro y la etapa de maduración que le corresponde.
Hoy se sabe que el cerebro adolescente es un hervidero de procesos, como una bombilla brillando a toda intensidad, y esa maravilla de cerebro trae consigo un comportamiento rebelde que cuestiona al “deber ser”.
Muchas de las actitudes y las reacciones de los y las adolescentes son resultado de lo que nosotros hacemos con ellos, por lo que es importante entender que no toda esa rebeldía es en nuestra contra.
Aprender a cuestionar sus decisiones, en lugar de la negativa con la que se les suele responder, es un proceso que los padres y las madres pueden incorporar para mejorar la comunicación.
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