Sexualidad y emociones en la adolescencia
La adolescencia es la etapa donde nos relacionamos erótica y afectivamente, en medio de los cambios hormonales y en plena búsqueda de autonomía. Los sentimientos y las emociones son tan importantes que es a través de ellas que podemos identificar si nos sentimos cómodos o más bien en peligro, pero no siempre podemos tenerlo tan claro debido a la idea que tenemos sobre el amor, ya que se piensa que debe doler y ser arrebatado.
Por lo tanto, muchas veces se establecen relaciones de abuso que difícilmente se pueden cortar. En esta etapa de la vida se cree que es más importante hablar de sexualidad desde la prevención y si bien esto es fundamental no hay que olvidar que también es necesario hablarla desde el placer.
24° Congreso Mundial de la Asociación de Salud Sexual
Por Berenice Torres Vega
Durante el 24 Congreso Mundial de la Asociación de Salud Sexual hubo una declaración sobre el placer sexual. En esta declaración se nombran siete aspectos que son importantes para ejercer tu derecho al placer, estos sietes puntos involucran que la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad ¿cuáles son? La autodeterminación, el consentimiento, la seguridad, la privacidad, la confianza, la capacidad de comunicarse y de negociar relaciones sexuales porque estos son factores clave, tomando en cuenta que el placer sexual es la satisfacción y disfrute físico o psicológico derivado de experiencias eróticas compartidas o solitarias, incluidos pensamientos, fantasías, sueños, emociones y sentimientos.
Autoconocimiento
Todos los seres humanos atravesamos por la etapa de la adolescencia, pero no quiere decir que todos la pasemos de la misma manera, ya que no es lo mismo crecer en ciudades urbanizadas que en alguna comunidad rural, socialmente se exigen cosas distintas a cada adolescente. Tampoco es lo mismo ser adolescente ahora que hace cinco siglos en los que trabajar era tan necesario y vital que para muchos no había tiempo de que los niños vivieran este periodo intermedio entre la infancia y la adultez.
En este contexto, la forma en como hacen pareja e inician su vida afectiva los adolescentes, depende también de sus entornos y contrario a lo que se cree, ellos no disocian la afectividad de los sentimientos. Lo que puede llegar a ser complicado es identificar qué es lo que sienten, pero incluso a los adultos muchas veces nos cuesta trabajo ponerles nombre a nuestras emociones, distinguirlas y aceptarlas.
¿Cómo te fue a ti en la adolescencia? O tal vez no has dejado de ser adolescente ¿tú qué crees?
Programa Adolescentes, Autonomía y Sexualidad
Por Lizbeth Quezada Hernández
Hablar desde las emociones y necesidades que tienen las personas adolescentes es fundamental porque ellos reconocen cuáles son sus emociones ante cualquier situación, puede ser una situación de violencia, una situación de mucho disfrute de mucho placer y estas emociones permiten expresar de manera explícita que es lo que están sintiendo.
Es fundamental ver más allá de compartir con una pareja, tiene que ver con cómo te relacionas con tus vínculos sociales, amistades, familia, compañeros de clase, contexto, comunidad. Si sabemos manejar estas emociones vamos a tener un contexto bonito, como relacionarnos de manera efectiva y previniendo todos estos actos de violencia que se han estado repitiendo históricamente en muchas poblaciones.
Ley Olimpia
En 2014 un video con contenido sexual fue difundido en redes sociales sin el consentimiento de la mujer que salía en esas imágenes, el ex novio fue quien filtró este video, dañando la integridad de la que en ese momento era su pareja. Olimpia la chica afectada, decidió denunciar a su agresor, aunque en ese entonces no hubiera una sanción que castigara el acoso en internet. Su historia fue un parteaguas en su vida y esto la impulsó a proponer una iniciativa de ley en el estado de Puebla para reformar el código penal de esa entidad, lo que finalmente consiguió en 2018.
La llamada ley Olimpia se concretó definiendo la violencia digital como un delito que implica actos de acoso, hostigamiento, amenaza, vulneración de datos e información privada, así como la divulgación de contenido sexual ya sea por medio de fotos videos o audios sin consentimiento a través de las redes sociales.
Enviar videos, fotos, mensajes o audios es de una expresión de la sexualidad que no debiera ser juzgada, ya que es parte de una vida sexual placentera, pero desde la confianza, la seguridad y el consentimiento de los involucrados. El problema surge cuando después de alguna relación una de las dos partes traiciona la confianza del otro y amenaza con hacer público algo que es privado.
Afortunadamente, ya es posible levantar una denuncia si alguien llega a vulnerar el derecho a la privacidad y a la intimidad de nuestra vida sexual.
Roles de Género en la adolescencia
Dr. Edgar Díaz Franca, Director de Casa Grana
Los inicios de las relaciones interpersonales tienen diferentes maneras, no toda relación en la adolescencia tiene las mismas características hacia la salud o hacia la protección. Algunas veces las experiencias relacionales ocurren en una condición de inmadurez en la adolescencia, un adolescente que todavía está en una fase relacional en donde aplica más el enamoramiento y no el amor maduro, es un adolescente que tiende a idealizar a su pareja y realmente no la conoce.
Lamentablemente en México tenemos roles de género muy tradicionales aún, todavía en la población que se está embarazando no permea una cultura de género, una cultura de derechos sexuales reproductivos porque los roles están muy bien establecidos. Todavía están esos roles tradicionales donde el hombre pareciera tener una prioridad sobre la mujer y eso se ve en la conducta sexual.
La negociación en el uso del condón es una cosa que deberían de hablar, las investigaciones nos dicen que se siguen imponiendo esos mitos desde hace mucho tiempo, el hombre piensa que no se siente lo mismo al poner el condón cuando no han practicado vida sexual.
Cartilla de Derechos Sexuales
La cartilla consta de catorce derechos que son los siguientes:
- Derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre nuestro cuerpo y nuestra sexualidad
- Derecho a ejercer y disfrutar plenamente nuestra sexualidad
- Derecho a manifestar públicamente nuestros afectos
- Derecho a decidir con quién o quienes relacionarnos afectiva, erótica y socialmente
- Derecho a que se respete nuestra privacidad e intimidad y a que se resguarde confidencialmente nuestra información personal
- Derecho a la vida, a la integridad física, psicológica y sexual
- Derecho a decidir de manera libre e informada sobre nuestra vida reproductiva
- Derecho a la igualdad de oportunidades y a la equidad
- Derecho a vivir libres de discriminación
- Derecho a la información actualizada, veraz, completa, científica y laica sobre sexualidad
- Derecho a la educación integral en sexualidad
- Derecho a los servicios de salud sexual y reproductiva
- Derecho a la identidad sexual
- Derecho a la participación en políticas públicas sobre sexualidad y reproducción
Diferencia entre sexo seguro y consenso
El inicio de la sexualidad para muchos adolescentes se vive desde el temor a contraer una infección de transmisión sexual o a tener un embarazo no deseado y pocas veces se habla de lo importante que es el placer y el consentimiento.
Se cree que el placer se experimenta nada más desde lo genital, pero existen otras formas de compartirse en lo sexual, puede ser a través de las caricias, los besos, las fantasías sexuales, a la distancia, por medio del sexting, en una video llamada, con audio de voz, en fin, de cualquier manera, que no implique tener una penetración. Se trata de descubrir todas las posibilidades de placer que hay en el cuerpo, este tipo de prácticas son parte del sexo seguro.
Por otra parte, el sexo protegido implica el uso del condón masculino o femenino, si existen prácticas de sexo oral se debe evitar el contacto directo con los fluidos.
En cualquiera de las dos situaciones, el sexo debe ser consensuado y el consenso es reversible, es decir, podemos arrepentirnos y decidir no tener un encuentro sexual y esto no debe ser generador de violencias ni de culpabilidad o vergüenza.
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