Sexualidad en la vejez
Con el tiempo todo se transforma, incluyendo el cuerpo. Los cambios no sólo son físicos –y resultado del cuidado previo de la salud–, sino también emocionales, intelectuales y de apreciación. Sin embargo, el no aceptar estos cambios nos impide reconciliarnos con nosotros mismos.
O quizá nunca estuvimos a gusto con nuestro cuerpo. Entonces, si aceptarlo en la vejez puede resultar difícil, ¿qué pasa con la vida sexual? ¿Hablamos de nuestros deseos? ¿Qué tanto nos compartimos eróticamente?
La vejez y la sexualidad deben dejar de ser un tabú. Por ello es importante que hablemos del derecho al placer y cuestionemos nuestros prejuicios.
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