Y después de recibir un trasplante, ¿qué?

¿Qué pasa después de un trasplante?

Hablar del tema de trasplantes y donación de órganos implica conocer datos y entender ciertos conceptos. Desde el 2014, el reporte Bull World Health Organ (Boletín de la Organización Mundial de la Salud), señaló el aumento en la incidencia de enfermedades crónicas, el envejecimiento de la población, y los factores que actualmente impactan en el estilo de vida habían aumentado la demanda en el mundo de los trasplantes de órganos.

Desde el 2003, cada 26 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Donación y los Trasplantes de Órganos y Tejidos, una fecha dedicada a concienciar a la población sobre la necesidad de generar un cambio cultural que permita avanzar en la donación de órganos.

La donación de órganos es imprescindible, pues cuando se dona se brinda una esperanza de vida a quien sufren una enfermedad y cuya única salida es recibir un órgano.

En entrevista, el Dr. Marco Antonio Covarrubias, Jefe de la Unidad de Trasplante del Hospital Civil de Guadalajara, señala: “No obstante la afectación que se tuvo en nuestro país y en el mundo en materia de trasplantes por la pandemia de Covid-19, la cual provocó un descenso en la donación de órganos, desde febrero y hasta la fecha se ha tenido un repunte en el número de trasplantes realizados. Pero también reconoce que todavía hace falta mucho trabajo por realizar”.

¿Cuántas personas requieren recibir un trasplante en México?

Para entender la problemática debemos conocer las estadísticas sobre donación y trasplantes. En marzo del 2021, la página oficial del Registro Nacional de Trasplantes registraba que 23 mil 186 personas requerían un trasplante. En julio del 2022 señala que son 21 mil 856. Se distribuyen de la siguiente manera:

16,457	personas esperan recibir un trasplante de riñón.
5,057	personas esperan recibir un trasplante de córnea.
270	personas esperan recibir un trasplante de hígado.
53	personas esperan recibir un trasplante de corazón.
10	personas esperan recibir un trasplante de hígado-riñón.
3	personas esperan recibir un trasplante de corazón-riñón.
3	personas esperan recibir un trasplante de páncreas.
1	personas esperan recibir un trasplante de riñón-páncreas.
1	personas esperan recibir un trasplante de corazón-pulmón.
1	personas esperan recibir un trasplante de pulmón.

Trasplantes reportados durante el 2022

A la fecha se han reportado en el Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes (SIRNT):

1,945	trasplantes de córnea
1,720	trasplantes de riñón
154	trasplantes de hígado
25	trasplantes de corazón
1	trasplantes de corazón-riñón
1	trasplantes de páncreas
1	trasplantes de hígado-riñón

Fuente: Registro Nacional de Trasplantes: https://www.gob.mx/cenatra/documentos/estadisticas-50060

¿Qué es un trasplante?

Un trasplante consiste en trasladar un órgano, tejido o un conjunto de células de una persona (donante) a otra (receptor), o bien de una parte del cuerpo a otra en un mismo paciente. Existen muchas razones por las cuales un paciente deba someterse a un trasplante; una de las razones más comunes es tratar de reemplazar algún órgano o tejido enfermo o lesionado y sustituirlo por uno sano. El donador del órgano o tejido a trasplantar no necesariamente debe de ser una persona con vida. Si una persona donadora sufre muerte cerebral, sus órganos pueden ser conservados por medio de diversos métodos con la intención de que su funcionamiento no se vea afectado y sea de utilidad para otro paciente. La lista de órganos y tejidos trasplantables incluye: pulmón, corazón, riñón, hígado, páncreas, intestino, estómago, piel, córnea, médula ósea, sangre, hueso, entre otros, siendo el riñón el órgano más comúnmente trasplantado, a nivel mundial. Aún cuando la idea de trasplantar un órgano o un tejido pueda parecer sencilla, existen diversos limitantes que hacen que ésta no sea una tarea fácil. Cuando el órgano o tejido donado no proviene de la misma persona o de alguien genéticamente idéntico (un gemelo), antes de realizar cualquier procedimiento se debe de tomar en cuenta la compatibilidad entre el donante y el receptor. De no ser así, el sistema inmunológico del receptor reaccionará de manera negativa al trasplante y lo rechazará, poniendo en riesgo el procedimiento y la vida del paciente.

¿Qué pasa después del trasplante?

Los trasplantes de órganos requieren la utilización de fármacos inmunosupresores capaces de controlar la respuesta inmunitaria desencadenada por la presencia de antígenos ajenos al organismo. El grupo de los inmunosupresores está constituido por medicamentos indicados tanto en la prevención del rechazo del órgano trasplantado, como en su reversión.

La toma correcta de la medicación es el pilar básico del éxito del trasplante.
En los primeros meses es abundante y puede acarrear efectos secundarios.
Si el paciente los presenta, debe de comentarlo con su especialista, el cual le orientará la pauta a seguir.
No se debe de alterar la toma de medicamentos sin consultarlo previamente con el equipo médico de trasplante.

Los inmunosupresores se toman desde el primer día del trasplante y deben de seguir tomándose durante toda la vida. Son imprescindibles para el paciente y bajo ningún concepto debe dejar de tomarse o modificar las dosis por cuenta propia. Dejar de tomarlos puede significar el fracaso del trasplante.

Normas de higiene y cuidados generales

Es muy importante que la casa en general, y el cuarto del paciente en particular, estén limpios. Los enseres de aseo deben de ser de uso exclusivo del paciente. Las manos se lavarán con frecuencia, especialmente antes de cada comida y después de utilizar el retrete.

No debe ponerse en contacto con personas que presenten signos de infección, como tos, estornudos, escalofríos, diarrea, fiebre, erupciones en la piel, etc. Hay que tener especial cuidado en evitar el contacto con los niños que tengan alguna enfermedad eruptiva (sarampión, rubéola, varicela, etc).

Durante los dos primeros meses después del trasplante es conveniente que evite, en la medida de lo posible, locales cerrados que estén muy concurridos, sobre todo si tienen aire acondicionado.

Nutrición

Una buena nutrición ayudará al cuerpo del paciente a cicatrizar más rápido la herida, a recuperar cualquier peso perdido a causa de la enfermedad y a fortalecer su sistema inmunológico para combatir infecciones. Es muy importante seguir las recomendaciones del nutriólogo, ya que las necesidades nutricionales y restricciones dietéticas son muy diferentes para cada persona.

Durante las primeras semanas después del trasplante, algunos pacientes tienen problemas para comer debido a la pérdida del apetito o a la presencia de náuseas. Esto es bastante común en muchos pacientes, sin embargo, su apetito mejorará con el paso del tiempo, conforme su cuerpo comience a recuperarse.

Aunque es muy importante recuperar el peso perdido y restituir sus reservas de proteína, el peso del paciente debe mantenerse en un rango adecuado, ya que el sobrepeso podría contribuir a desarrollar otras complicaciones, como afecciones de corazón o diabetes.

Exposición al sol

Los pacientes trasplantados tienen un alto riesgo de desarrollar cáncer de la piel debido al uso prolongado de medicamentos inmunosupresores. Este riesgo es hasta 65 veces mayor que en la gente que no ha tenido un trasplante. Sin embargo, existen otros factores adicionales que pueden influir en este porcentaje, especialmente si el paciente tiene piel blanca, muchas pecas, cabello rojo o rubio, ojos azules, verdes o avellanados, historia de excesiva exposición al sol, historial familiar de cáncer de la piel o cánceres de la piel previos.

Actividades físicas

Los pacientes recién trasplantados deberán discutir con su médico o equipo de trasplante el diseño de un programa de ejercicio o de fisioterapia, para ayudar a su recuperación física.

La recomendación general es que durante los primeros 2 o 3 meses después del trasplante se eviten actividades extenuantes, cargar cosas pesadas o practicar deportes. En este periodo la mejor terapia física que puede realizar el paciente es caminar.

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