El Día Mundial del Refugiado, tiene por objetivo visibilizar, denunciar y ayudar a los millones de personas que en todo el mundo viven en condición de refugiados, desplazados y los que todavía esperan que se les de asilo en otros países debido a los conflictos armados, de violencia y persecución de los cuales son objeto dentro de sus naciones.

¿Por qué le tememos tanto a la palabra crisis? Quizá porque imaginamos que se trata de enfermedad, separaciones y desencuentros; pero en realidad hablamos de cambios.

El Día del Padre es una celebración tradicional, cuya fecha varía de acuerdo a las costumbres y tradiciones de cada país y continente.

Una frase tan sencilla como “los hombres no lloran” encierra una profunda y arraigada conceptualización de la imagen que se debe de tener del varón, dejando fuera la importancia de la expresión y manejo de sus emociones.

En el caso del padre divorciado parece que las leyes no sólo dictan su incapacidad, sino que además “naturalizan” con respecto al hombre lo que se tiene que hacer para que sea padre.

El objetivo es sensibilizar y concienciar acerca de la importancia de donar sangre y contribuir con ello a la salud, a las personas que necesitan transfusiones, a pacientes con enfermedades crónicas y favorecer la realización de intervenciones quirúrgicas.