Estereotipos en la relación de pareja
La noción de “la pareja ideal” se forma a partir de creencias, como roles de género y fantasías del amor romántico, con las que se refuerzan las estructuras sociales. Cuando estas ideas del “deber ser” se implantan en la colectividad, se instauran los estereotipos.
Por ejemplo, creemos que si “elegimos a la persona correcta” tendremos éxito en la pareja; o que si aceptamos “nuestro papel” no habrá problemas ni desacuerdos en la relación.
Los estereotipos funcionan a nivel inconsciente, y por ello vamos tras ellos creyendo que al conseguirlos lograremos la felicidad “para siempre”.
Sin embargo, la felicidad permanente es irreal. Lo que sí se puede construir es una pareja estable, basada en un esfuerzo cotidiano mutuo y en trabajo interior constante.
La relación perfecta
Las relaciones de pareja perfectas no existen. Pero creer en ellas sí perjudica, pues aferrarse a una idea del “deber ser” genera cerrazón, intolerancia y se pierde la oportunidad de enriquecer la visión del mundo. En la búsqueda de la “relación perfecta”, limitamos y condenamos las diferencias de opinión.
Es importante observar que esta idea está basada en un estereotipo: creemos que una relación “debe de ser” de cierta forma, cuando en la realidad hay una amplia variedad de tipos de pareja, y en todas surgen obstáculos por superar.
Amor devoto
Romeo y Julieta es la idea de un amor devoto, es decir, un tipo de amor por el cual hay que sacrificarse e incluso morir, si algo nos impide ser felices al lado del ser amado.
Estos sacrificios van desde alejarnos de la familia y los amigos, olvidar los sueños e ilusiones, abandonar la vida profesional, hasta descuidarse a uno mismo, con tal de vivir esa apasionante historia romántica.
Sin embargo, un amor saludable y verdadero es constructivo, no limitante. El estereotipo del amor apasionado, del “todo o nada”, nos hace creer que el sacrificio propio, emocional, profesional y físico es necesario para estar con alguien.
El que nunca será amado
Los estereotipos alcanzan a todos los miembros de la sociedad, no sólo a la pareja. Por ejemplo, que las personas solteras son forever alone, es decir, quienes no tienen pareja son juzgadas y relegadas a un papel solitario y triste.
Sin embargo, el no tener pareja no tiene nada que ver con ser una persona triste o alegre, solitaria o sociable, mala o buena. Es más, en soledad se abre una oportunidad para el autoconocimiento, para trabajar por la independencia y profundizar en nuestras necesidades y deseos. Al final, desarrollar esta capacidad de auto observación brinda una felicidad propia más duradera y auténtica, y que no tiene que ver con estar solo o en pareja.
Cómo se construye la confianza en pareja
¿Qué lugar ocupa la confianza en las relaciones amorosas? Para la gran mayoría es un elemento primordial, pues sentir apoyo, comprensión y respaldo de la pareja durante los momentos difíciles, determina la calidad del vínculo.
Así, la confianza en pareja no se reduce a la estabilidad y la fidelidad. Es algo más profundo que tiene que ver con la certeza de contar con nuestra pareja en las buenas y en las malas.
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