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SALUD

No te comas tus emociones

Hola este sería mi conentenido

#Emociones #Alimentación

“De las tripas nace la alegría” “Bien se siente Martha cuando está harta” “Los duelos con pan son menos” “Llenando la barriga las penas se mitigan” “En panza llena no hay pena” “En panza vacía no hay alegría”.

Estos son algunas de los refranes populares que hacen referencia a la relación que existe entre la comida y las emociones, ya que estas pueden influir en qué cómenos, cuándo comemos y en qué cantidad.

La alimentación y las emociones están estrechamente vinculadas y eso lo demuestra el hecho de que al comer un dulce, por ejemplo, generalmente nos sentimos relajados y mejor. También hay alimentos que estimulan la estimulación de serotonina y nos ayudan a sentirnos mejor. En este sentido, algunas personas comen para lidiar con el estrés mientras que otras, comen para ocuparse cuando están aburridas.

¿Qué son las emociones?

Por Víctor Trejo Terreros, Psiquiatra

Las emociones son reacciones físicas-psicológicas, son modos de adaptación a un individuo cuando percibe una situación, un objeto, una persona, un lugar, un recuerdo importante. También las emociones pueden definirse como estados mentales físicos que se generan en respuesta a estímulos tanto internos como externos.

Estos estímulos pueden surgir del pensamiento o a través de los sentidos, ya sea visual, auditivo, gustativo, olfatorio o sensorial. Se han descrito infinidad de emociones básicas como son el miedo, el enojo, el disgusto o asco, la tristeza, la felicidad y la sorpresa.

La manifestación más común de la tristeza es el llanto, entre las más comunes, el enojo es una forma de manifestarlo en una acción o una conducta puede ser gritando, entre otras. Estas son las emociones más conocidas o básicas que podemos encontrar.

Relación entre emociones y alimentación

Por Víctor Trejo Terreros, Psiquiatra

Comer como reacción al malestar emocional, es una forma en cómo vamos a suprimir o calmar unas emociones negativas como pueden ser el estrés, la ira, el miedo, el aburrimiento, tristeza, entre otros. Las molestias de la vida cotidiana pueden desencadenar emociones negativas que van a conducir a una alimentación emocional y que van a perturbar los esfuerzos de mantener un peso saludable o mantener un plan de alimentación saludable.

Sea cuales sean las emociones que nos lleven a comer en exceso, el resultado final suele ser el mismo: el efecto es temporal, las emociones regresan y es probable que padezcamos la carga adicional de tener culpa por haber hecho retroceder la meta de bajar de peso, esto también puede llevar a un ciclo poco saludable. Mis emociones disparan el impulso de comer en exceso, nos autocastigamos por haber desviado ese objetivo de bajar de peso, nos sentimos mal y comemos en exceso nuevamente.

Tipos de personalidad: Emociones y alimentación

Por Víctor Trejo Terreros, Psiquiatra

Para hablar de personalidad, lo primero que tenemos que saber es de donde surge la personalidad, va a surgir de dos aspectos: nuestro temperamento y nuestro carácter. El temperamento es aquello con lo que nosotros nacemos, está predispuesto genéticamente, la forma en cómo es un niño, cómo se comporta en edades tempranas.

El carácter, son aquéllas circunstancias que vivimos ya sean positivas o negativas a lo largo de nuestra infancia y adolescencia que van a determinar nuestro carácter. La fusión de ambos, carácter y temperamento, nos va a surgir la personalidad. La personalidad son las características o la forma de cómo pienso, siento y actúo en determinadas circunstancias.

Intestino, segundo cerebro: Emociones y alimentación  

Por Víctor Trejo Terreros, Psiquiatra

El intestino, conocido como el segundo cerebro, es una de las investigaciones más recientes que ha habido dentro de las neurociencias. Se reconoce así porque existen neurotransmisores que se encuentran en el cerebro más comúnmente y el segundo sistema de nuestro cuerpo, que es el sistema digestivo es el que va a contener mayor número de neurotransmisores.

Los neurotransmisores son sustancias químicas como serotonina, adrenalina o noradrenalina, dopamina, entre otras. Esta regulación de neurotransmisores va a estar dada, tanto por nuestro cerebro como por nuestra microbiota intestinal.

Por eso se le conoce como segundo cerebro, por esa inteligencia que puede tener nuestro sistema digestivo y nuestro cerebro, por ejemplo, cuando tenemos un problema de ansiedad, comúnmente nos duele nuestro estómago. Esto es, porque, las reacciones de nuestro cerebro al vivir esa ansiedad, va a llevar señalizaciones hacia distintos órganos, entre ellos, nuestro sistema digestivo.

Cuando estamos estresados nos duele el estómago, cuando estamos enamorados sentimos mariposas en el estómago, cuando tenemos alguna manifestación de miedo o angustia ¿en dónde se presenta normalmente?, en nuestro estómago.

Factor cultural y la relación con la comida

Por Víctor Trejo Terreros, Psiquiatra

Nuestra gastronomía mexicana, sin duda es la mejor del mundo. Un problema que conocemos y que vemos, muchos tipos de alimentos llevan un contenido calórico elevado, el problema no es ese, sino la cantidad que consumimos.

Aunque el contenido nutricional de los alimentos es una consideración importante en la planificación de una dieta, las preferencias de un individuo y los hábitos alimentarios son a menudo un factor que va a afectar esta ingesta real de alimentos y que deben de ser considerados al momento de recomendar o sugerir una forma de alimentación. El factor cultural está inmerso en la decisión de que vamos a comer en determinada circunstancia, dependerá del gusto o disgusto y/o creencias sobre ciertos tipos de alimentos.

En nuestra cultura, cuando hay festejos y tenemos alegría o felicidad como emoción, siempre habrá comida de por medio, lo mismo sucede cuando tenemos rituales funerarios y hay tristeza o nostalgia, también habrá comida. Cualquier aspecto que reúna personas, la comida es el medio de comunicar y expresar nuestras emociones.  En nuestra cultura latina mexicana, a los hombres se nos evita expresar nuestras emociones y una forma en como en la vida adulta llevamos a expresarlas, probablemente pueda ser comiendo.

¿Cómo lograr un cambio en el comportamiento alimenticio?

Por Víctor Trejo Terreros, Psiquiatra

Lo primero que tenemos que hacer es enseñarles a nuestros niños a reconocer nuestras emociones, porque nuestras emociones van a ser la puerta de entrada a la forma en como yo pienso y de qué manera me relaciono con la comida, por eso es muy importante conocer y reconocer las emociones y enseñarles a nuestros niños.

Cuando ya somos adultos, además de reconocer nuestras emociones, identificarlas en ver cómo amenazan en desencadenar una alimentación emocional y podemos tomar medidas para controlar estos antojos o comidas que no van en nuestra alimentación.

Otro aspecto es ¿cómo ayudarnos a dominar el estrés? Si el estrés está contribuyendo a una alimentación emocional, puedes probar técnicas de control del estrés, puede ser con yoga, meditaciones profundas, entre otras. Hacernos un chequeo de la realidad de nuestra hambre, es decir, ¿mi hambre es física? ¿realmente tengo hambre? o ¿es hambre emocional? ¿Cómo puedo diferenciar esto

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2 Comments

  1. María Dolores Vásquez Paredes

    Buen día, será posible que me proporcionen un teléfono de un médico neurólogo o psiquiatra. De antemano agradezco la atención

    • Diálogos en confianza

      Buenas tardes María Dolores, muchas gracias por escribir y con mucho gusto le enviaremos por correo la información que nos está solicitando. Estamos a sus órdenes. Saludos